Bacha Bazi

Una reflexión sobre Afganistán

Entre algunas tribus afganas, el tránsito de niño a hombre pasa por ponerle a la criatura una pistola en la mano derecha, y un boli en la izquierda. Si suelta la pistola, será una decepción para la familia, pero si, en cambio, deja caer el boli, será un guerrero y honrará a la familia. No hace falta ser muy avispado para entender que el género fluido es una cosa que a esta gente se la refanfinfla lo más grande. Porque, cuando tus preocupaciones son que las balas de un AK-47 no te dejen sin un brazo, las locuras endogámicas de los académicos izquierdistas americanos te importan más bien poco. Puntualizando, una vez más, que la vorágine progresista que estamos padeciendo no deja de ser un privilegio de clase que atenta directamente contra el orden natural de las cosas.

El trillón de dólares que se ha gastado el gobierno estadounidense durante veinte años, bajo el pretexto de una evangelización progresista inclusiva, enviando tropas para exportar la promesa de un mundo feliz, solo han servido para enriquecer a unas élites militares, que, en cuanto han visto que se les cerraba el grifo, han salido por peteneras, dejando a la población civil en manos de una tribu bárbara que apenas empieza a dar ahora sus primeros pasos por la Edad de Piedra.

Trump sabía que esto pasaría. Avisó de que la paz con los talibanes era una paz fantasma. Dijo que el presidente afgano era un corrupto y de que, al menor síntoma de falta de apoyo americano, huiría dejando todo atrás. Igual que en Saigón. Y, como siempre, Trump tenía razón.

Por supuesto, nuestros adalides de la moral patria no han tardado en dar la voz de alarma sobre las penosas repercusiones que vivirán mujeres y niñas a partir de ahora, obviando convenientemente que, a menudo, los niños provenientes de familias pobres son vendidos y posteriormente travestidos para que los penetre un pastor incapaz de diferenciar al pobre crío de una cabra. Los Bacha llevan años siendo traficados ante los ojos impasibles de un lobby feminista que solo mostrará su apoyo si quién te ha violado sirve para su agenda ideológica. Porque sabemos, punto por punto, los derechos que les serán arrebatados a las pobres mujeres que se han quedado atrapadas en su propia patria. Sabemos lo preocupadas que están las feministas porque las crías no vayan a poder leer a Elvira Lindo. O los afanosos esfuerzos que están haciendo los maromos de CTXT para traer a las mujeres afganas a sus casas. Me pregunto si habrán hallado la forma de cribarlas por edades. Aunque lo que de verdad deberíamos preguntarnos es si esas mujeres querrían venir a vivir con ellos. Es curioso que no hayan hablado de traer a los hombres. Supongo que de niños no quieren ni oír hablar. Aunque si se enteran de que pueden travestirlos, igual la idea les atrae más. Pero, del futuro laboral que les aguarda a miles de esos niños nadie habla.

Algún malintencionado podría aducir que los abusos a menores también pasan en nuestro paraíso occidental. Y, lamentablemente, razón no le faltaría. Quizá, el único consuelo que nos queda es que quienes hacen esto, y no son protegidos por el gobierno Balear, acaban en la cárcel. Porque al final va a resultar que nuestra única superioridad moral consiste en que aquí conservamos mecanismos que castigan todo aquello que el islam tiene institucionalizado en el Corán.

Lezuzahttps://medium.com/@lezuza
Bebo hidromiel en los cráneos.

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